Establecer límites = una parte imprescindible de ser buenos padres/madres
“Ayy, no puedo con él. Quería traerse el camión y en el coche me ha montado una.”
“Le puedes poner el babi, es que no me deja ponérselo. Es muy cabezota.”
“Sacarla del parque es una odisea. Se pone a chillar, patalea, hasta ha intentado pegarme.”
“Es que no me gusta verla llorar y no quiero que esté enfadada conmigo.”
¿Os suenan estas palabras?, ¿Os habéis reconocido? En ese caso, sois una familia permisiva que no quiere o no sabe poner límites a los hijos/as. Preferís ceder a los deseos de los más pequeños/as para no oírlos llorar y pensáis que, de esta forma, os querrán y respetarán más.
No obstante, como veremos a continuación, sin unos límites apropiados los niños y niñas serán incapaces de tolerar la frustración, regular sus emociones y tendrán menos oportunidades para desarrollar autodisciplina, entre otras cosas. Además, en la sociedad en la que vivimos existen normas y reglas que se deben seguir; donde no vale cualquier comportamiento; y desde luego se recibe mucho “No” como respuesta. Esa es la realidad y si no existen los temidos límites y normas, vuestros hijos/as no sabrán responder a las demandas del día a día y lo pasarán mal (y las personas a su alrededor también).
¿Cómo poner unos límites adecuados y necesarios?

Es muy importante que las normas y los límites estén adaptados a la edad, grado de madurez y autonomía de los niños y niñas. Establecer límites y normas no es fácil, pero su presencia es imprescindible desde edades tempranas. No debemos olvidar que la tarea educativa debemos realizarla siempre desde una perspectiva de respeto, diálogo, amor y empatía.
Como familia, una de las dificultades más importantes a la hora de aplicar dichos límites, es el miedo que surge cuando tenemos que decir “no” a alguna demanda de los niños y niñas, ya que se teme su reacción ante la negativa. La realidad es que, en la vida diaria, las cosas no salen siempre como uno/a quiere y tenemos que enfrentarnos a diferentes frustraciones, gestionando así, la tolerancia a la frustración de no tener lo que se quiere cuando quieren. Cuando a un niño o niña le decimos que “no” y somos firmes en esa decisión, nuestros pequeños/as están aprendiendo dicha tolerancia a la frustración.

Enfrentarse al “no”, les ayudará a adquirir recursos y estrategias para hacer frente de forma adecuada a las diferentes adversidades que puedan encontrar en el día a día. Debemos evitar caer en la repetición del “no” constante, ya que esto va a reprimir su iniciativa y va a repercutir en la confianza y comunicación de ellos/as. Sin embargo, decir “no” cuando es justo y necesario, no culpabiliza a quien lo dice y educa a quien lo escucha.
CÓMO PONER LÍMITES EN EL PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN INFANTIL (0-3 AÑOS)
¿Por qué es importante poner límites?
Todos los niños y niñas necesitan comprender las normas de cada uno de los contextos en los que viven (colegio, casa, parque, etc.). Necesitan conocer hasta dónde pueden llegar y las consecuencias cuando rebasan esos límites. Con la existencia de normas y límites, ayudamos a los más pequeños/as a que se sientan seguros y protegidos a nivel personal y emocional. Asimismo, gracias a los límites, tienen una orientación que guíe su conducta. Si los límites están claros y no en constante cambio, pueden aprender cuáles son las conductas adecuadas y cuáles no y sus consecuencias. Las normas son un aprendizaje fundamental para la vida adulta.
Cuando se marcan límites en casa es inevitable que surjan disputas, ya que lo más probable es que el niño/a intente saltárselos. Una actitud tranquila, serena y consecuente por parte de la familia es fundamental para superar el conflicto y aprender que uno no siempre puede hacer lo que quiere. Además, los límites ayudan a establecer relaciones. Los niños/as, con frecuencia, exploran el grado de control o poder que su familia tiene sobre ellos/as. La experiencia les enseña hasta dónde pueden llegar y cuál es su posición con respecto a los otros miembros de la familia. Este aprendizaje, comienza en la familia y, posteriormente, se extrapola a otros contextos donde existe autoridad como, por ejemplo, en el colegio. Gracias a los límites, evitamos conductas tiranas, exigentes y agresivas en las diferentes situaciones y contextos.

Para concluir, no debemos olvidar que se trata de un proceso progresivo donde es fundamental una gran dosis de paciencia, comprensión y empatía. Debemos acompañar a los más pequeños y pequeñas en este momento de aprendizaje, reconocimiento y gestión emocional. Como adultos/as, nuestro papel requiere dotarles de las estrategias y recursos necesarios para que puedan responder a las demandas de la sociedad.
Setting limits is an important part of good parenting. (n.d.). Ahaparenting.com. Retrieved March 22, 2023, from https://www.ahaparenting.com/read/permissive-parenting
Suscríbete a nuestro boletín informativo por correo electrónico para recibir las últimas publicaciones directamente en tu correo electrónico.

Comentarios